Los Access Points forman la infraestructura básica de la red de inalámbrica. Se encargan de la comunicación con los sensores y agrupan el flujo de información hacia el Sensor Bridge, que a su vez se encarga de la comunicación con el software de aplicación.
Los Access Points se instalan distribuidos en la zona de transmisión para garantizar una comunicación fiable con los sensores. Cada Access Point puede recibir señales de aproximadamente 100 sensores inalámbricos.
El Sensor Bridge asigna automáticamente los sensores de los que es responsable un Access Point en función de la intensidad de campo medida. Si un sensor emite una señal, se comunica con los puntos de acceso responsables de acuerdo con la secuencia definida para él. Si la transmisión falla en el primer Access Point, se direcciona automáticamente el segundo Access Point y así sucesivamente. Con un número creciente de Access Points, este método consigue la máxima seguridad de transmisión..
La alimentación de corriente puede realizarse mediante una fuente de alimentación externa o con un módulo adicional a través de PoE (Power over Ethernet). El consumo de potencia de un Access Point es < 2 vatios. Gracias a la carcasa robusta y resistente al polvo (clase de protección IP 20), también es posible un uso en entornos industriales duros.